“No envejecemos,nos disfrazamos
para entrar en la muerte.
He de volver a la adolescencia.
He de volver al fuego en que creía que mi destino
no era el de los hombres”.
El amor, la muerte y lo que llega a las ciudades, Eduardo Álvarez Tuñón
He de volver a la adolescencia.
He de volver al fuego en que creía que mi destino
no era el de los hombres”.
El amor, la muerte y lo que llega a las ciudades, Eduardo Álvarez Tuñón
Cada vez que
enciendo la tele y encuentro a un viejo rockstar abriendo sus plumas y
proclamando: “Soy un sobreviviente”, me dan ganas de vomitar. Y sin embargo, cuando
cada tanto salgo hasta tarde y veo que quienes me rodean estaban en salita
verde mientras yo perseguía bichos canasto en Grisú, no puedo evitar pensar que
estoy caminando sobre los escombros de un pequeño gran imperio.
¿Adónde corrimos después de los diplomas?
¿Quién se quedó con los TDK en donde grabábamos “La Banda del Golden Rocket”?
¿Era un smartphone, un LED y una 4x4 lo que soñábamos?
¿A quién le rezamos ahora? ¿A nuestros jefes y/o clientes?
¿Adónde nos llevó la Ley del Machete? ¿Soñar fue mentirnos, o algo peor?
¿Qué aprendimos de tanto no querer aprender nada?
¿Cuándo fue que nos adaptamos a la tecnología de vivir y dejar morir?
¿Por qué aún nos hiere la lluvia de “Té para 3”?
Fragmento de Grisú
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