lunes, octubre 31, 2011

The Movement of a Hand




El movimiento de la mano, tranquilamente puede ser un revés. Y un golpe puede llevarte a otro, así como una canción te lleva a la otra, y otra a la otra, y cuando querés darte cuenta tenés maniatada a tu memoria emotiva, lista para pelotearla.
Hace varios años, escuchando este tema de Bright Eyes, me sentí deliciosamente insolado y confundido, y recordé Summertime en la versión de Janis Joplin, y me acordé de la biografía que había leído de ella, y de lo borracha y díscola que era, y de cómo cantaba con esa mezcla de ternura y desgarro… y de los desgarros de ella, me fui a los míos, y recorrí mis lesiones –físicas y mentales–, y en el remolino se me llenó la cabeza de polvo naranja, y me di cuenta de que gracias a todos esos años de tenis, ahora mi vida era una cuerda rota.
Una cuerda rota que sólo iba a poder unir de a ratos, con canciones como ésta.
MV