miércoles, noviembre 27, 2013

El reloj es la banca

El reloj es la banca
y yo sigo dándole cuerda
como a una ruleta.
En los almanaques ya no hay tiempo
ni espacio
para las cruces.
Me cansé de tachar:
los meses son cartones
con números
que no cantan bingo.

MV

lunes, noviembre 25, 2013

La reconstrucción




Raro escuchar en una película argentina música en inglés. Viendo La Reconstrucción, apareció este hijo perdido de Nick Drake. Un placer conocerlo Mr. Murdoch.

viernes, noviembre 22, 2013

Revista Lo que Babel no se llevó

Este número, el 10, dedicado a las Obsesiones.
En la página 15, mi pequeño aparte.


http://issuu.com/babel-no-se-llevo/docs/babel_n10

martes, noviembre 19, 2013

Reinhold Niebuhr remixado

Señor, dame serenidad para aceptar
las cosas que no me animo a cambiar;
valor para asumir todo lo que no soy ni seré;
y sabiduría para destruir mi sueños,
antes que ellos me destruyan a mí. 





MV

martes, noviembre 12, 2013

Tribus Urbanas






Las etiquetas y las tribus urbanas me tienen confundido, y no es de ahora.
¿El Concheto pertenece a una generación posterior que el Cheto, o son contemporáneos pero el Concheto es un Cheto reventado? ¿Por qué Cheto siempre es el otro? Si los Emos descienden de los Darks, ¿quiénes son los ancestros de los Floggers? Si los Punks cazaban Hippies y los Metaleros perseguían Góticos: ¿cuál es el depredador natural de los Hipsters? ¿Los que se disfrazan de Animé representan una amenaza para ellos mismos? ¿Los Rugbiers sueñan con Hiphoperos en el tercer tiempo? ¿Un Ricotero fumado escuchando a Los Pericos es un Rasta en el closet? ¿Los Cumbieros que juegan al ajedrez con Skaters terminan en tablas? ¿Los Rollingas son el peronismo de las tribus urbanas? ¿En qué año se extinguieron los Petiteros?... 
MV










"... me gustaban las canciones de amor, me gustaban esos raros peinados nuevos..."
Raros peinados nuevos, Charly García

domingo, noviembre 03, 2013

Crimen (…oh, los celos otra vez)

Sigo con los picos de sueño.
Anoche soñé que mi mujer y yo estábamos en el cumpleaños de uno de sus compañeros de teatro. De pronto, de la nada, a la hora en que la sangre se medía en daikiris, se armaba el juego de la botellita y, si ó sí, tenías que participar. La onda era ponerse en círculo, darle cuerda al cadáver de Federico de Alvear y chuponearse con alguien del sexo opuesto, el que te tocara. La gente se moría de risa y yo, de sólo imaginarla a ella, me enfermaba. Cada vez que el envase giraba, yo ponía el grito en el cielo, pero ni los vecinos de arriba se hacían cargo… Hasta que me metí en el medio, agarré la botella, la alcé como una antorcha y cuando se quedaron todos mudos, dije: no sé a quién voy a darle un beso, pero sé a quién voy a partirle la cabeza.