Cansado cuando me acuesto, cansado cuando
sueño, y más cansado cuando me despierto. Cansado de levantarme, cansado del
espejo y más cansado de mi rostro.
Cansado de esperar, cansado de correr, y más
cansado de tomar el colectivo y llegar a tiempo al trabajo. Cansado de la
oficina, cansado de la gente, y más cansado de decir Todo bien y pensar
Tomate-las. Cansado de compactarme en el subte, cansado de regresar cansando,
cansado de descansar y más cansado de volver a estar cansado sin haber hecho
nada. Cansado de cuestionarme y cansado de no responderme si alguna vez esto
terminará. Pero mucho más cansado de preguntarme y repreguntarme si existirá
algún hechizo, droga, terapia o religión que me salve la vida sin pedírmela a
cambio.
MV