miércoles, mayo 30, 2012

Yoga vs. La Máquina de Pensar



Yoga, Pranayama o como te llames:
Por favor dame paz,
dale silencio a mi cerebro
y te prometo
que desafío a la noche desarmado
sin un solo gramo de Tinelli,
Facebook
o Clonazepam.


viernes, mayo 18, 2012

Cómo me convertí en un hincha-sorete


El descenso de River me volvió mezquino, ruin. Cuando en aquel invierno de 2011 vi que había posibilidades de que los millonarios perdieran la categoría, de la nada empecé a mirar todos los partidos y a rezar. El pitazo final de la revancha contra Belgrano me dio una alegría que con Boca jamás sentí, ni siquiera en el 2000, cuando ganamos la Intercontinental contra el Real Madrid. En ningún momento salí a festejar ni a gozar a ningún hincha de River (y eso que conozco muchos), pero sé que algo se quebró en mí. Tal vez fue la furia de Costa Febbre que me hizo adicto.

Soy hincha de Boca, pero ahora Boca puede ganar lo que sea que a mí sólo me importa que River no ascienda, y que San Lorenzo baje a acompañarlo. Sí, el “drama” del descenso me enfermó de éxtasis. De un día para el otro me convertí en un hincha-sorete. Hoy mi cabeza está puesta en River y en San Lorenzo, pero sé que mañana puedo estar pendiente de Rancing o Independiente. Hasta hace poco casi no miraba fútbol, y cuando lo hacía era porque jugaba Boca. Ahora vivo atornillado frente al televisor, y uno de los pocos partidos que no miro son los de mi equipo. Cada vez que River está por hacerle un gol a equipos que nunca antes vi en mi vida, sufro pequeños paros cardíacos. Cada vez que gana, insulto y me deprimo. Cada vez que a San Lorenzo le va mal, por mis venas corre algo que no siento ni por asomo cuando Boca va puntero. Si pudiera cambiar cualquier campeonato de mi equipo por el descenso de otro grande, lo haría sin dudarlo. Me la paso calculando promedios, alentando clubes chicos y participando de foros virtuales para hacerme pasar por fanático de otros equipos. Mi mujer está preocupada. Dice que me volví adicto pero no entiende a qué. Yo lo comprendo perfecto, pero prefiero no asustarla.

Como si le enviara cartas a Papá Noel, no puedo dejar de repasar la lista de deseos para este año: quiero que River se quede en la B y quiero que San Lorenzo se vaya, o que al menos definan la promoción entre ellos. De paso, en lo posible, quiero que Racing sufra hasta el final y quede comprometido para el campeonato siguiente. Pensándolo bien, en realidad sueño con que desciendan todos, hasta que Boca quede solo en Primera. Y sé que ni siquiera entonces voy a tener paz.
Gracias a este video me hice adicto.

lunes, mayo 14, 2012

Los libros de autoayuda no dicen que


 
















Los libros de autoayuda no dicen que

Si lo soñás demasiado, vas derecho a que jamás se cumpla.
Si lo soñás con moderación, hay chances.
Si ya no lo soñás, estás cerca.
Si ya no lo soñás y además empezaste a temerle,
seguro que se te da.